Historia de Vélez de Benaudalla V

Nuestros días

Sobre todo será en la década de los ochenta y los noventa cuando esta población inicie su desarrollo, gracias a las nuevas técnicas de cultivo y la integración de amplios terrenos en zonas de regadío, que junto con los buenos resultados agrícolas, la especialización en determinados productos y elevación de los precios de loso mismos ha generado una importanteriqueza que se viene observando en la vida del pueblo conun aumento constante del desarrollo urbano, las inversiones en equipamientos por parte de las autoridades y una elevación generalizada del nivel de vida de los habitantes de Vélez de Benaudalla.

No obstante, la finalización de los años setenta y esta primera década de prosperidad de los ochenta se caracterizará por todo lo contrario, al cambiar completamente las estructuras de producción, lo que supone como cualquier cambio brusco dentro de la sociedad, una experiencia traumática en sus inicios, aunque supongo una inversión beneficiosa, como se ha comprobado, para nuestro futuro.

Los años ochenta comienzan con un cúmulo de problemas que se pueden concretar en lo siguiente:

  • El despoblamiento de nuestro pueblo. Aquí nos encontramos con que, por problemas en la consecución de trabajo y en la adquisición de vivienda, nuestro jóvenes vecinos, en su mayoría matrimonios que empezaban su andadura, no encontraban la posibilidad de adquirir una vivienda digna a precio económicos, asequibles a su poder adquisitivo, por lo que emigraban hacia otros puntos de la geografía de nuestra provincia, sobre todo Motril y Salobreña. Entra así nuestra villa en una grave crisis poblacional en la que empieza a descender el número de habitantes, apagándose así nuestra vida comunitaria y nuestras perspectivas de futuro desarrollo social.
  • Viviendas sociales. Con objeto de paliar la situación anteriormente mencionada, se proyectan un conjunto de acciones urbanisticas que se centran, sobre todo, en la cesión de terrenos de propiedad del municipio a la Diputación para la contrucción de viviendas sociales que se entreguen a las familias más necesitadas. Pero, cosas de la política, el enfrentamiento a nivel municipal entre los partidos del momento, impidieron el desarrollo y culminación de este ambicioso plan de actuación, que no verá la luz hasta años posteriores.
  • La educación y la escuela. Como fase fundamental del desarrollo de un pueblo, la instrucción de los alumnos en unas condiciones dignas llevan a pensar en la necesidad de construir nuevos edificios que mejoren la situación in tanto anticuada de los viejos edificios que hasta el momento se han utilizado en nuestro pueblo. Se ceden así algunos terrenos al Ministerio de Educación y Ciencia con objeto de que lleven a cabo dichas constrcuciones.
  • El desarrollo económico social. Existe una dicotomía clara entre las dos opciones que se presentan a la hora de buscar nuestro futuro económico. En la actualidad, las dos actividades fundamentales que nos han reportado un beneficio claro a lo largo de los siglos, la minería y la gricultura, languidecen por la falta de buenos resultados que nos produzcan un rendimiento económicoque nos de para, al menos, subsistir.

 - La minería, tan en auge no hace tantos años, se encuentra en manos de una empresa foránea, Peñarroya, que ha cerrado la explotación de las impresionantes minasde plomo que a lo largo de las estribaciones de la Sierra de Lújar podemos encontrar, considerando que no se producen los resultados necesarios para mantenerlas abiertas. La realidad es que se podrían producir algo más pero con los medios existentes en la actualidad, si no se ha encontrado un modelo válido de explotación lo más probable el que se hayan terminado los ricos filones de otros tiempos, a pesar de la defensa que hacen los vecinos de Vélez, de su reapertura.

- La agricultura, verdadera riqueza a lo largo de los siglos, ya que Vélez tiene miles de hectáreas plantadas de olivos, almendros, y dedicadas a otros cultivos, pero que se encuentran cada vez más abandonados por la bajada continuada de los precios de sus respectivos productos, aceituna y almendra, que apanas consiguen llegar a cubrir los costes de laproducción, lo cual desanima cada vez más a los propietarios de la tierra, en su mayoría  madianos y pequeños agricultores. Además, la desviación de las aguas del río Guadalfeo, habitual generador de vida y benefactor con su preciado líquido, hacia otros pueblos de la comarca estaba dejando a los campos veleños sin la posibidad de obtener una producción en condiciones por la falta de agua con la que regar sus tierras. Para una mejora de estas perspectivas se considera emprescindible ingresas dentro del Plan de Nuevos Regadíos previsto para la comarca y así poder aprovechar unas aguas que pasan por nuestras tierras con dirección a Motril, Salobreña y Carchuna. La realidad es que las pequeñas franjas aluviales existentes en el río, cultivadas aunque fluctuantes según las avenidas de las aguas, podrían considerarse un buen futuro a través de una correcta canalización del mismo y la creación de alguno de los muros de contención que embalsen el agua suficiente para el riego. Así se ganaría una notable superficie al río que, por sus condiciones especiales, se convertiría en una excepcional tierra cultivable que generaría una importante riqueza agrícola a nuestro necesitado municipio.

Igualmente se debe señalar la desaparición de la improtante industria transformadora que a lo largo de los siglos anteriores se había desarrollado en los molinos locales, tanto de aceite como de harina, que debido a la falta de materia prima que poder moler, aceituna y cereales, se han ido progresivamente cerrando. Actualmente aún existen algunos molinos en funcionamiento, aunque se deican exclusivamente al prensado de las producciones familiares de aceituna, que se vende en ocasiones, pero que no se puede decir que adquiera el nivel de comercio, tan siquiera comarcal, ya que las fluctuaciones en las cosechas de los kilos de aceituna recogidos al año son muy considerables, lo que imposibilita la continuidad adecuada y rentable de la industria, tan productiva en otro tiempo. 

- La inmigración, de nuestros convecinos que en busca del trabajo que faltaba ante las distintas crisis económicas que padece nuestra localidad, les lleva ya en los años 801 a seguir desplazándose a ``la monda´´, en las vegas de Motril y Salobreña.

Sin embargo, no todo es crisis y perjuicio para nuestra localidad en estos años. Nos encontramos que comienzan a urbanizarse algunas calles de nuestro pueblo, asflatándolas y, sobre todo, instalando un alumbrado público adecuado para los desplazamientos nocturnos de nuestros vecinos sin el problema de tantos años. La falta de luz que generaba bastantes problemas para poder realizar una vida normal una vez que se había acabado la luz solar. Incluso el nombre de nuestro pueblo fue utilizado por el semanario comarcal ``El Faro´´, como base para una de las típicas bromas que se realizaban en los medios de comunicación el ``Día de los Inocentes´´.

Con la transfomación de nuestra sociedad hacia estructuras democráticas más acordes con los tiempos que vivíamos, los cambios políticos también llegan hasta aquí, participando nuestros vecinos en el desarrollo de nuestras formaciones políticas.

Por aquel entonces comienza a celebrarse nuestra Semana Cultural en pleno mes de Septiembre, no como en la actualidad que se ha trasladado a los primeros meses del año, pero que ha servido, con el esfuerzo de muchas personas a lo largo de lso últimos años, para consolidar una celebración importante dentro de nuestras relaciones vecinales y humanas en el conjunto de Vélez de Benaudalla. 

Lo cierto es que entre todos se ha ido consiguiendo levantar la imagen y vivencia de una localidad que estaba decayendo y muriendo como tal paulatinamenta a causa de esta conjunto de elementos negativos que fundamentaron la segunda mitad del siglo XX. 

Hoy en día, de hecho, la evolución que encontramos en el pueblo se puede catalogar  como positiva y con un mercado de carácter de progreso, al haberse conseguido superar la inicial crisis agraría con la implantación de nuevas formas y zonas de cultivo, sobre todo al orientarlas hacia el regadío. Gracias a esta nueva situación nuestro pueblo es un centro con aspiraciones de futuro que nuestos conveciones va evolucionando hasta alcanzar cotas de desarrollo propias de cualquier centro poblacional que otea el siglo XXI. Parece ser que con la adecuadción y control de las aguas de regadío disponibles se avanzarán y elevarán sustancialmente las cotas de riego, por lo que nuestras posibilidades de expanción y mejora pueden fundamentar a medio y largo plazo un aumento de nuestra población estable, lo que indudablemente influirá en un asentamiento de nuestra villa, algo impensable hasta hace muy pocos años.

Publicado en Vélez de Benaudalla el 18 Feb 2015