Concepto de Jardín Nazarí

 

 

  1. Génesis Histórica del Jardín Nazarí
Las primeras manifestaciones de este tipo de jardines hispanomusulmanes datan de la época del Califato Omeya. En esta época con Ciro el Persa, tenemos una primera descripción (hecha por Jenofonte) de lo que en su evolución será el Jardín Nazarí: “(…) un enorme huerto, con una gran riqueza y variedad de frutales, destacando la perfecta geometría y orden con que están colocadas las especies, la organización de acequias con sus arcas de agua que daban vida a este paraíso geométrico, y en el centro, un palacio con pabellón abierto al jardín”.
Es importante notar que en el reino Nazarí (1238-1492), fundado por Jusuf Nazar, el nomadismo musulmán se frenó al encontrar un “basis” para la culminación de un paraíso deseado. Este “basis” será el Jardín Nazarí,  gracias a la confluencia de la abundancia de agua, tierras fértiles y un clima muy propicio para llevarlo a cabo.
El jardín tenía que crearse en espacios reducidos, aislado en recintos fortificados. Con esto lo que se da es que en espacios pequeños se produce una concentración de altos valores jardineros que manifiestan sensibilidad y maestría, unifican y resumen toda una vasta cultura en un sentido mítico y en el dominio de los placeres sensoriales.
La utilización de los elementos naturales, el manantial, el arroyo, los lagos y cascadas en los jardines del extremo oriente, se depuran y se concentran con singular habilidad en las fuentes, canales y estanques del jardín nazarí. Ahora el cielo, el agua y la vegetación se introducen en los patios, irradiando la luz y jardinería hacia dentro. Aquí también juega un papel decisivo el establecimiento de distintos niveles que constituyen la base fundamental para el deslizamiento visual en las perspectivas y dominio de los varios tratamientos del agua.
El agua, especialmente en este tipo de jardín, sobrepasa el carácter de necesidad para convertirse en la esencia misma, viva y dinámica de sus jardines, además de ser el principal medio de expresión estética cuya mayor virtud estriba en el aprovechamiento que se hace de ella. La vegetación, no menos importante, se reproduce valorando exactamente la función individual del árbol y la planta, sin canon previo, con excepción de los setos recortados. Los grupos de cipreses (que en el Jardín Nazarí de Vélez de Benaudalla tendrán una especial relevancia en el conjunto) y otros árboles de gran altura proporcionan un sentido de verticalidad. Además, la vegetación interior de jardines y huertos rebasa los tejados y tapias, deslindando y encubriendo la arquitectura en fusión tan estricta que llega a hacerse imposible diferenciar el orden artificial del natural, estableciéndose un carácter de intenso lirismo, que llega al apogeo del sentimiento espiritual en las noches de luna llena.
 
  1. Génesis Histórica del Jardín Nazarí de Vélez de Benaudalla
 
Se sabe que los últimos moriscos abandonaron Vélez de Benaudalla el 17 de marzo de 1570, cuando los castellanos terminaron con los últimos focos de resistencia morisca. Los primeros indicios de la existencia del jardín se destacan en el siglo XVI, en el Libro de Apeo de Vélez de enero de 1573:
 
“En el dicho día se desalindó junto a las casas de pasatiempo que pasa por ella una acequia del Molino que dijeron de ser de Gerónimo de Salamanca, señor de dicha villa de Vélez de Benaudalla (…).
 
No se sabe si la paulatina invasión por parte del caserío en el espacio cultivado es un hecho que viene dado desde tiempos nazaríes o es un proceso que se desarrolla tras la conquista cristiana y la implantación del señorío de los Ulloa. También la posible ubicación  del jardín puede ser algo dudosa, puesto que, aunque los escritos consultados lo ubican en la Vega Baja, es sabida la existencia de al menos otros dos molinos en dicha vega. Aunque en una de las descripciones se dice que “una acequia principal llega hasta el molino junto a la Herta de Gerónimo de Salamanca, y que de allí baja al río”. Si atendemos a esta característica, será el “Molino de San José” (1815) el que cumpla esta característica, lo que puede constatar una prueba documental para determinar que este molino es el que estaba asociado a la antigua huerta morisca.
La importancia de este jardín ha sido reconocida a lo largo de la historia por muchos escritores y estudiosos de diferentes épocas. Una notable aclaración de esto queda expresado en lo que nos transmite J. Dickie:
“…se puede calificar poco menos de milagro; en Vélez de Benaudalla, cerca de Motril, se ha conservado una huerta de época árabe que, a pesar de su índole utilitaria, ofrece un testimonio inapreciable”.
También Prieto Moreno nos indica lo siguiente:
“Este jardín se puede catalogar como la expresión más destacada de jardín granadino”.
 
 
Concepto/Idea de Jardín Nazarí
 
-Idea de Jardín: Lugar donde se encuentran todas las artes ligadas a los sentidos físicos y a la sabiduría, con sus sentidos psicológicos, simbólicos y espirituales. En al-Andalus el jardín y el huerto se contemplan como un espacio para el solaz de los sentidos, el uso herbolista y medicinal, y un aprovechamiento complementario para la alimentación.
 
-Jardín: Es un reflejo del Paraíso Perdido, donde se concilia lo natural con la ordenación humana del jardín cercano. En ellos se produce una percepción pluridimensional: colores, formas, aromas, reflejos, sonidos, texturas, volúmenes…
Además, se combina perfectamente la arquitectura y la huerta o jardín. Lo más importante es las amplias dimensiones concedidas al reino vegetal, al que le sirve la arquitectura de marco. Podemos decir que es la estampa viviente del jardín cerrado oriental- “Riyad”.
 
-Jardín Poético: En todo el mundo islámico hubo un marcado gusto por la naturaleza, lo cual se manifestó en el deseo de disfrutar de esos paisajes y bienestar que produce. Algunas de las flores con que contaban los jardines andalusíes y que más inspiraron a los poetas fueron: Alhucena, Adormidera, Jazmín del Olor, Lirio, Narciso, Azucena, Nenúfar, Rosa…
 
 
 
 
-Jardín-Huerto: En el mundo andalusí los jardines tuvieron una función mucho más amplia que la meramente estética. El jardín-huerto fue receptáculo de plantas aromáticas, árboles frutales y productos hortícolas. También hay que destacar que el deseo de un aprovechamiento agrícola puso en marcha una sabia distribución del agua y toda una ciencia de aclimatación de especies botánicas nuevas.
Los  macizos de plantas estaban situados junto a la alberca, un poco más lejos se emplazaban los macizos florales y los árboles de hoja perenne.  
 
 
-Árboles Frutales: Las palmeras datileras, árbol, típico de este tipo de jardines, se presenta como una reminiscencia del desierto arábigo, cuna del mundo islámico. Además encontramos melocotoneros, higueras, olivos, granados, albaricoqueros, membrillos, vides y manzanos.
 
 
-Agua: El agua se considera un don divino que no es propiedad de los seres humanos, sino que estos son sus depositarios. De modo que tienen la obligación de repartirla con equidad entre quienes la necesitan. El agua estará omnipresente en todo el recorrido, ya sea en forma de fuentes, canalillos, surtidores, estanques y albercas, o bien deslizándose caudalosamente por cascadas. El agua se convierte en esencia misma, viva y dinámica, además de ser el principal medio de expresión estética.
 

 

-Acequias: Fueron las principales construcciones empleadas por los musulmanes para la distribución del agua.  Ya en la antigua Babilonia s.VII a. C. se empezó a utilizar estas construcciones, las cuales se extendieron al Imperio Persa y al Romano. Los musulmanes reaprovecharon la infraestructura del regadío romano, ampliando e intensificando su utilización, creando ingeniosos sistemas de distribución del agua, base de su emergente agricultura.
 
 
 
Jardín Místico-Espiritual: la idea de jardín a lo largo de la historia siempre ha estado vinculada a la visión de un lugar idílico y rebosante de paz, generalmente localizado en el Más Allá, en el que fluyen ríos y arroyos, y en el que crecen abundantes flores y árboles.
Además, el mundo islámico del Paraíso espiritual accesible al creyente, está compartimentado en siete paraísos o jardines.
 
 
 
Funciones Básicas del Jardín:
 
-         La Espiritual: Consistía en una reminiscencia del Paraíso.
-         La Estética: Era una forma de embellecer el paisaje.
-         La Psicológica: Era un lugar en donde relajar el cuerpo y el espíritu.
-         La Botánica-Científica: Lugar en donde aclimatar nuevas especies traídas del lejano oriente.
-         La Alimenticia: Se aprovechaban los diferentes huerto para producir alimentos para la casa y sus gentes.
 

 

 

Publicado en Jardín Nazarí el 26 Ene 2013